DESENMARAÑANDO EL OVILLO
Hace mucho mucho tiempo que encontraba el tiempo para ponerme a dibujar, y me doy cuenta que esas cosas tienen consecuencias. La libertad de imaginar se va apagando de a poco, nunca desaparece, pero queda como un foco tenue en un callejón sin salida.
Entendí con el tiempo, que no hacer uso de los regalos que nos fueron dados al nacer, se paga con creces. Pero también aprendí que siempre queda ahí, latente. Y que solo basta poner en marcha la máquina, sin bajar los brazos..
Comentarios